La expresividad
Desde la Antigua Grecia, el ser humano ha realizado representaciones teatrales. Desde el punto de vista cultural, se le atribuyó una enorme importancia además de contar con una extraordinaria expectación.
En España, actualmente los principales núcleos de enseñanza de artes escénicas se localizan en Barcelona, pero en general, el teatro no está lo suficientemente expandido, sobre todo de cara a la enseñanza de los más pequeños. Está claro que si tu vocación la encontraste subiéndote al escenario, es hacia donde enfocarás tu vida. Pero tenemos que ver más allá. La cantidad de habilidades que en nuestro cuerpo y mente se van desarrollando en teatro son innumerables, cuando más joven, más rápido y mejor, eso también es cierto.
Es el reflejo de los problemas cotidianos, es el hecho de borrar la vergüenza por completo. Ampliar la expresividad, las emociones, reflexión y capacidad de diferenciar la realidad de lo ficticio.
Gracias a la comedia, por ejemplo, aprendemos a reírnos de las situaciones menos buenas y de identificar cuál es la verdadera importancia de las cosas en cada momento. Es así también como ejercitamos nuestro pensamiento crítico y crecemos como personas. En el teatro nos enfrentamos a nuevas situaciones que experimentamos y creamos un vínculo muy importante entre el personaje y la persona.
Es otra característica importante el valor que tiene aprender a trabajar en equipo, aprender a coordinarse con los demás. De esta forma, comprendemos mejor que el trabajo de cada uno es importante y que debemos valorarlo. Realizamos ejercicio físico, mantenemos relaciones amistosas con el grupo y ampliamos la forma de mirar al mundo.
Debemos fomentar entre todos el teatro. Existen tantas posibilidades dentro de este mundillo, que seguro que cada persona acaba acomodándose de una forma u otra.